Un día especial en mi vida es mi bat mitzvá. Ese día fue en el veinte de junio, dos mil nueve y yo tenía trece años a ese tiempo. En ese día, desperté a las ocho en punto, me puse mi vestido de bat mitzvá, y me maquillé. Un día especial merece ropa especial. Mi bat mitzvá fue mi día, mi día especial. Llevé un vestido elegante, dirijo el servicio en la sinagoga, leí del Torá, y tuve una fiesta de bat mitzvá. Cuando en el “bima” o tablado, me sentí orgullosa e importante. En ese día, entré la comunidad judía como una adulta, que es muy importante en la vida de un judío. Todos de mis amigos y mi familia fueron allí. Me miré, me apoyaron, y celebraron conmigo. Era importante para mis amigos y mi familia estar allí porque quería ellos ver que logré. Practicaba para nueve meses para ese día, y que lo hace especial. Recibí muchos regalos y dinero para mi trabajo duro. Me divertí a la fiesta con mis amigos y mi familia. Bailé, canté, y comí pollo y pastel. Todas personas tenían un buen tiempo, que me hizo feliz. Por la primera vez, mis familiares me levantaron en una silla, que es una tradición judía. También, los rabinos y mi familia tiraron dulces a mí, otra tradición. Esto me hizo sentir como parte de la comunidad judía. Por lo tanto, el día de mi bat mitzvá es un día importante y especial a mí.
No comments:
Post a Comment